"Carroña"


Era un día nublado, las palomas volaban bajo, presagiando tormenta, y el humo, de coches y personas se elevaba al cielo y se desvanecía presagiando el destino de las personas que lo producían.

Este hombre, a quien para efectos de la historia llamare “Carlos” caminaba apurado entre la multitud sin contrastar mucho con el ambiente. Y desde lo alto esta marcha de personas es un espectáculo que sin duda te hace pensar que si te murieras seria un tema insignificante en este mar de suicidas del pensamiento.

Así pues el buen “Carlos”, no alcanzo a caminar algunas cuadras antes de notar por sobre su hombro que lo venían siguiendo dos tipos grandes y fornidos con cara de tener un objetivo claro. De nuevo desde arriba solo se habría notado que “Carlos” subió un poco la velocidad, pero este pequeño cambio se pierde entre la multitud.

Y ya tienen a “Carlos” solo y sin ayuda entre esta multitud de personas, preguntándose como perder a sus perseguidores, o donde encontrar ayuda en tan tremenda soledad. Si tan solo encontrara el destello colorido de algún oficial de policía, pero no, solo vio una multitud de personas pero nadie que pudiera ayudarle.

Al final “Carlos” fue alcanzado por los dos sujetos quienes se posicionaron a sus lados y lo agarraron firmemente de los brazos guiándolo hacia un callejón. Pero desde la perspectiva aérea no se vio gran cosa, solo quizás un cambio en la dirección de tres sujetos.

En el callejón “Carlos” fue brutalmente golpeado y saqueado, dejándolo casi sin ropa, para luego abandonarlo al borde de la muerte mientras sus asaltantes se alejaban con la satisfacción del trabajo cumplido y bien hecho.

Y allí esta “Carlos” agonizando, desamparado y solo, a solo algunos metros de sus iguales, muriendo en medio de la civilización humana, y sus leves gemidos de dolor se parecían mas a una queja, a un suspiro, a un lamento. A las últimas palabras de la moral humana.

Yo por mi parte, solo espero que su agonía termine para descender, y en mi soledad entre asfalto y basura darme un banquete con sus restos, y es que al fin de cuentas este mundo es carroña y se me hace agua la boca al decirlo, del mundo al final solo quedara carroña.

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